Últimamente reflexiono mucho sobre la importancia que damos a los signos-síntomas que vemos de forma clara y tangible. Trabajando con pacientes de TCA, obesidad y sus familias me doy cuenta a diario de comentarios sobre el peso, la comida, y todos aquellos aspectos que se ven a simple vista.
Y sí, sé que es importante. Es más, entiendo que preocupe y nos fijemos en ello cuando es necesario hacerlo.
Sin embargo, a veces ponemos tanta atención a lo que vemos que dejamos de ver aquello que también está aunque no se muestre de forma clara. Voy a ser un poco más concreta para que nos entendamos mejor.
Una de las personas a las que acompaño me decía «estoy harta de que solo me hagan comentarios de lo que como o me pregunten si he bajado de peso. ¿Cuándo me van a preguntar cómo me siento ahora con mi cuerpo o que puedan ver que ahora disfruto de un helado en lugar de echarme una mirada de desaprobación?» «Parece que lo que siento y pienso ahora de mi cuerpo o de la comida no importa. Incluso parece que molesta si me da igual perder peso o no.»
Como ves, además de la gran evolución que está realizando esta chica, vemos cómo su entorno no acompaña en el proceso. Qué difícil se hace el camino cuando no podemos trabajar en familia. Pero esto para otro día.
¿Y si nos fijamos más en lo que hay detrás de lo que se ve? Si ha cambiado su alimentación, si ya no «critica» su cuerpo, si vemos que está disfrutando de la comida en familia en lugar de comer a escondidas, qué más da lo que haya en el plato o la talla de ropa que use. ¿No es más importante el cambio interno? ¿Qué ya no haya tanto dolor y que la relación con el cuerpo y la comida sea desde la compasión y la amabilidad?
Y no creas que es una situación aislada. Esto se repite muy a menudo. Hay mucha más atención en lo que se ve directamente sin tener en cuenta lo que hay tras eso que se ve.
Piénsalo, es muy posible que también te haya pasado a ti. ¿Sueles mirar más allá y no quedarte solo en el signo-síntoma? Te animo a que pruebes, fíjate un poco más en lo que no ves a simple vista y verás que diferente es la realidad.
¿Te resuena? Estaré encantada de leerte.
